

Acompañado por funcionarios de su Gabinete, intendentes, sindicalistas y diputados, Kicillof dio un discurso un tanto presidencialista en el que afirmó que el futuro lo van a “construir inspirados siempre en la gesta rebelde que nació ese 17 de octubre, inspirados en los ejemplos de Perón, Evita, Néstor y Cristina” y subrayando que “los mejores días fueron con Cristina”.
En medio de las internas que vive el peronismo, el gobernador pidió “unidad” y aseguró que no le “interesa disputar ninguna interna”, ya que su responsabilidad es “conducir un Gobierno que está dispuesto a ofrecer a los bonaerenses un escudo a lo que está haciendo Javier Milei”.
Frente a una multitud que coreó “Axel presidente”, Kicillof respondió que “falta mucho” para pensar en eso, pero reconoció que quiere colaborar “en la construcción de una alternativa superadora” y que la “única pelea” que le interesa dar “es contra las políticas de Milei”.