

El encuentro, que duró alrededor de una hora y que tuvo lugar en la Biblioteca del Palacio Apostólico, donde Francisco recibe a los jefes de Estado; se desarrolló en un clima amable y en el que ambos hablaron sobre la situación de los niños y los ancianos, el flagelo de las drogas y hasta se llegó a hablar de Malvinas.
Tras el cónclave, Villarruel contó que lo vio bien de salud, comentó que el Papa le pidió que “no perdiera la alegría ni el sentido del humor”. Además, que se interesó por la labor que está realizando en el Senado. Asimismo, el Sumo Pontífice aprovechó para pedir por la unión de los argentinos.
Es preciso señalar que, a pesar de que este no es el primer encuentro entre Villarruel y Francisco, ya que se habían visto en el año 2014, ambos se conocían desde los tiempos en los que Jorge Bergoglio era Arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires.