Luego de la multitudinaria marcha organizada por María Corina Machado, el clan mafioso de Maduro pidió su detención y la del verdadero presidente electo, Edmundo González Urrutia

El primero en pedir la detención de los líderes fue Jorge Rodríguez quien aseguró que “con el fascismo no se pueden tener contemplaciones”, por lo que le habló directamente a las autoridades del Ministerio Público: “El Ministerio Público tiene que actuar como está actuando, no solamente con los malandros. Tienen que ir presos sus jefes, los que les ordenaros, los que les pagaron y cuando digo jefe, no me refiero solamente a María Corina Machado, que tiene que ir presa, me refiero a Edmundo González Urrutia, porque él es el jefe de la conspiración fascista que están intentando imponer en Venezuela”.

Asimismo, Rodríguez sumó: “Todo ese supuesto comando no era un comando de campaña, era un comando de acción violenta de intentar sombrar una guerra civil en Venezuela. Con el fascismo no se transige, con el fascismo no se negocia y al fascismo no se le otorgan beneficios procesales. Se les aplica todo el rigor de las leyes de la República”.

Por su parte, el dictador Nicolás Maduro aseguró que María Corina Machado y González Urrutia “pretenden dominar el país desde la violencia, la criminalidad y la muerte” y responsabilizó a quien la gente eligió como presidente de “todo lo que está sucediendo en Venezuela: de la violencia, de los delincuentes, de los heridos, de los fallecidos y de la destrucción”.

Ante las amenazas por parte del oficialismo, el Gobierno de Costa Rica le ofreció asilo político a los líderes de la oposición. “Agradezco la generosa hospitalidad del Gobierno de Costa Rica como reacción a la brutal represión del régimen de Maduro en contra de los ciudadanos que defendemos los resultados de la elección presidencial del 28 de julio. Nuestra prioridad es la protección de nuestros compañeros asilados en la Embajada de Argentina. Mi responsabilidad es continuar esta lucha junto a la gente”, fueron las palabras de Machado en la red social X.