

“Denunciamos movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército boliviano. La democracia debe respetarse”, había advertido Arce en la red social X en el momento en el que las tres Fuerzas Armadas del país intentaban ingresar tomar el poder.
El “intento de Golpe de Estado” denunciado tanto por Arce como por el ex presidente, Evo Morales, se produce horas después de que el Gobierno Nacional tomara la decisión de destituir del Ejército al ahora ex comandante general, Juan José Zúñiga, quien llevaba semanas criticando a Morales.
Tras varias horas de tensión que se vivieron en la Plaza Murillo, en horas de la noche las Fuerzas Armadas se retiraron del palacio presidencial, para que Arce y todo su Gobierno retomara el control en La Paz.
Previo a que sea arrestado por las autoridades bolivianas, Zúñiga declaró que cambiaría a los ministros y liberaría a los “presos políticos” como la ex presidenta interina, Jeanine Añez, pero dejó a entrever que lo ocurrido ayer podría tratarse de un autogolpe de Estado. “El día domingo me reuní con el presidente y me dijo que la situación está muy jodida, que esta semana va a ser crítica y que era necesario preparar algo para levantar su popularidad. Yo le pregunté: ‘¿Sacamos los blindados?’ ‘Sacá’, me dijo. Entonces, el domingo en la noche ya los blindados empezaron a bajar seis cascabeles, seis urutús y más de 14 zetas del regimiento de Achacachi”, le contó a los medios.