Escándalo en La Matanza: el intendente Fernando Espinoza fue procesado por abuso sexual y desobediencia; debería ser apartado de su cargo o renunciar

María Fabiana Galletti es el nombre de la jueza que ordenó el procesamiento del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, por "abuso sexual simple y desobediencia". A pesar de esto, la magistrada no ordenó la detención del jefe comunal, aunque sí envió la orden de prohibición de contacto con la víctima. Además, dispuso un embargo de $1.500.000.

¿Qué ocurrió? Allá por 2021, una joven que por entonces trabajaba bajo las ordenes de Espinoza como secretaria privada en el municipio, aseguró que él había abusado sexualmente de ella, luego de tocarla y arrojarla a la cama, en contra de su voluntad, en su departamento en Capital Federal, una noche en la que el intendente obligó a la damnificada a juntarse para comer. Ella accedió a la propuesta debido a que su novio, empresario, le señaló que era normal ese tipo de citas "por trabajo" y que más común era que "se presenten en un ámbito privado", puesto que se trataba de "alguien público".

Lo cierto es que en medio de dicha situación, Espinoza le dijo que no tuviera "miedo" y, de manera intimidante, se desabrochó la camisa, luego se bajó los pantalones y quedó en ropa interior. Ella le respondió: "Fernando, no sé qué vas a hacer, pero te pido que no lo hagas. Te pido que te vayas de mi casa". El implicado la sujetó fuertemente e intentó que ella le practicara sexo oral. En medio de ese momento, él le dijo: "Quedate tranquila, siempre te tuve ganas. Va a estar todo bien". La joven se negó y, ofuscado con la situación, el dirigente le señaló -según la denunciante-: "Bueno, listo. Ya está. Se terminó todo. Me voy, no te preocupes". A posteriori, le agregó: "Sos una boluda. No sabés lo que te perdés, pero bueno... allá vos".

Ante esto, la jueza Galleti sentenció: "Más allá de las inconsistencias, en definitiva, el descargo que introduce el imputado no resulta suficiente para desligarlo de la responsabilidad que aquí le cabe prima facie por los hechos 1 y 2 atribuidos, frente a la contundencia de la prueba recabada y no puede ser vista más que como un falso e inverosímil efugio enarbolado en pos de brindar alguna explicación a la comprometida situación que enfrenta".