

La inflación pareciera no frenar y octubre no fue la excepción a la regla. De hecho, luego del informe presentado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, se dio a conocer que el CBT subió un 8,1% y, ante esto, una familia tipo debió contar con $345.295 en el bolsillo para no ser catalogada como pobre.
Asimismo, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), la cual se encarga de medir el gasto necesario para cubrir el 100% de las necesidades alimenticias al cabo de un mes, alcanzó un crecimiento del 8,6% durante octubre. Frente a esto, la CBA -que se emplea para determinar la línea de indigencia- trepó a $160.603.
Por otra parte, del informe del INDEC también se desprende que en el acumulado de enero a octubre, el valor de la CBT tuvo una suba del 126,4%, mientras que la CBA escaló un 139%. Además, el Índice de Precios al Consumidor (IPC), llegó al 120% en dicho período. ¿Esto qué quiere decir? Que las canastas acumulan incrementos de 6,4 y 19 puntos más que la inflación general, respectivamente.
A su vez, la diferencia también ha resultado significativa en el marco de la comparación interanual. Según los datos oficiales, la inflación acumulada al cabo de los últimos 12 meses es del 142,7%, contra una suba del 147,1% en la CBT y un crecimiento del 158,6% en la Canasta Básica Alimentaria. En resumen, esto indica que los productos de primera necesidad conservan un ritmo de aumento superior al promedio, a pesar de lo ocurrido puntualmente durante octubre.