

A través de un comunicado, el canciller uruguayo, Francisco Bustillo confirmó la renuncia a su cargo luego de que se conociera que presionó a la vicecanciller, Carolina Ache para que no colaborara con la investigación del caso del narcotraficante Sebastián Marset. “Para aventar toda suspicacia que como jerarca pudiera ejercer cierta injerencia sobre terceros, amparado en las prerrogativas del cargo, me permito informar que es tal mi tranquilidad que he presentado la renuncia respectiva”, expresó Bustillo.
Mediante la filtración de audios, se conoció que el ahora ex canciller le sugería a Ache que perdiera su celular para evitar entregarlo a las autoridades. ¿Cuál era el fin? Que la Justicia no pudiese acceder a sus chats, puntualmente, a las conversaciones con el ministro del Interior, Guillermo Maciel.
En el mismo escrito, Bustillo expresó que “no hubo nada ilegal en la tramitación del pasaporte para el señor Marset” y aseguró que no tuvo “participación ni conocimiento alguno” sobre el hecho como así tampoco mintió ni se apartó “de la verdad en la interpelación parlamentaria”.
Vale destacar que este hecho de corrupción en el gobierno uruguayo llega una semana después de que comenzaran las declaraciones indagatorias a los funcionarios de la cartera de Exteriores involucrados en el caso de Marset, que fue detenido en Dubai en el año 2021.