Manuel Belgrano y un legado cada día más vigente

“Nadie me separará de los principios que adopté cuando me decidí a buscar la libertad de la patria amada, y como éste sólo es mi objeto, no las glorias, no los honores, no los empleos, no los intereses, estoy cierto de que seré constante en seguirlos”...

El 3 de junio de 2023 se cumple un nuevo aniversario de uno de los hombres más brillantes que ha tenido nuestra tierra. Su pensamiento y su legado a las futuras generaciones, no deja de sorprender.

Su aplicabilidad es el camino a resolver los grandes problemas de la Argentina que la azotan desde de su creación.

El valor moral y la dignidad humana es el principio fundamental del pensamiento de Belgrano (*). El General que luchó por el norte argentino y gracias a los triunfos en Salta y Tucumán nuestra bandera flamea allí, cada día con más fuerza.

Un hombre que nació en una familia acaudalada y pudiendo vivir cómodamente en Europa, decidió dar la vida por la libertad de nuestro pueblo. Murió a los 50 años, el 20 de junio de 1820 en la misma casa que lo vio nacer, olvidado y en la extrema pobreza.

Nunca le importo ni el poder ni el dinero, sino el bienestar del pueblo. Consideraba que la única forma de salir de la esclavitud y el sometimiento económico e intelectual donde los feudos hacían cuasi subiditos a la población, era la educación.

Porque la educación brindaba libertad mediante a escuelas de oficios y conocimiento varios, que le permiten al ciudadano dejar de depender de las migajas que encadenaban sus vidas.

Propuso la creación de escuelas de oficios, el acceso al estudio a las mujeres, creó la escuela de náutica, entre numerosas acciones que realizó desde su cargo en el consulado de comercio. Su pensamiento no eran meras promesas, sino que sus palabras se cumplían a rajatabla.

Uno de los claros ejemplos de ese valor que nos transmite Belgrano en su legado, se da cuando viaja con el ejercito del norte y toma contacto con poblaciones absolutamente abandonadas, afirmando que: "Cuando vemos a nuestros labradores (ciudadanos) en su mayor parte llenos de miseria e infelicidad, que en una triste choza apenas les liberta de las intemperies, que en ellos moran padres e hijos, que la desnudez está representada en toda su extensión, no podemos menos que fijar el pensamiento para indagar las causas de tan deplorables desdichas. Todos estos males son causa del principal, que es la falta de propiedad de los labradores: este es el gran mal de donde provienen todas sus infelicidades y miserias, y de la clase más desdichada de estas provincias”.

El pensamiento claro y contundente de que la única salida de la miseria y la injusticia era la revolución cultural, planteando claramente que sin educación no habría ningún tipo de progreso o adelantamiento.

Es por ello que luego de ganar una importante suma de dinero por el triunfo en las batallas de Salta y Tucumán, decide donarlas para la dotación de 4 escuelas en las zonas más pobres del norte del país. Su objetivo era que la población pueda tener más herramientas y salir adelante con la educación. La última demoró unos años en construirse, se terminó en la primera década del año 2000.

Belgrano consideraba que “hubo un tiempo de desgracia para la humanidad en que se creía que debía mantenerse al Pueblo en la ignorancia, y por consiguiente en la pobreza, para conservarlo en el mayor grado de sujeción”. Y sostuvo que él no era “de la opinión de aquellos que quieren que los labradores vivan de la ignorancia”.

Su objetivo fundamental era un pueblo con acceso a la educación y a los oficios para poder desterrar cualquier tipo de acción que frene la posibilidad de progresar de la gente y que a través del conocimiento puedan tener una visión distinta de las cosas, desde otra dimensión por poder elegir y decidir cómo más recursos.

Pero conocimiento también tiene un condimento fundamental para poder aplicarlo de la mejor forma. Es estar informado con la verdad e independencia. Manuel, también era periodista, y fue director de uno de los primeros periódicos de Sudamérica. Siendo incluso el primer defensor de la libertad de prensa, de la libertad de expresión y del acceso a la información en las tierras del sur.

Como economista, consideraba que para el crecimiento local era fundamental la unión del campo, la industria y el comercio. Que el Estado no debería ahogarlos con gravámenes sino fomentar la inversión en nuevos sitios de manufacturas, caminos, puentes e infraestructura.

Quería en cada campo una industria, lograr que nuestro país sea una potencia industrializada, afirmando que no debemos exportar cuero crudo para luego importar zapatos.

La industria y el comercio generan mano de obra y la mano de obra privada genera más independencia en la población y por supuesto más libertad emancipándose del sometimiento.

El generar recursos propios, le brinda independencia económica a nuestro país, bien administrada no haría más que incentivar más inversiones y mejorar la calidad de la vida de la población.

El pensamiento del General Belgrano fue muy resistido por los poderes de la época, posiblemente también sea resistido en nuestro tiempo porque los mismos problemas continúan.

A colación de ello, afirmaba que “ya seríamos felices si tan buenas disposiciones no las hubiese trastornado un gobierno inerme, que no ha sabido premiar la virtud y ha dejado impune los delitos”.

Critico de la corrupción del momento, a la que calificó como destructiva del Estado, Belgrano demostraba a cada paso, amor y compromiso con la patria. Cuando fue nombrado vocal de la Primera Junta, decidió renunciar a su sueldo por principios morales. Consideraba que era un honor representar al pueblo argentino en ese momento histórico y que los intereses económicos no debían interceder en este proceso tan importante.

Fueron constantes palos en la rueda a sus propuestas e ideas, pero este hombre de palabra y profundo amor por la patria siguió con esfuerzo y sufrimiento sus ideas, planteando que con su legado sembró semillas, que algún día germinarían en las futuras generaciones.

El legado Belgraniano es tan completo y extenso, tan sorprendente y vigente que anima a plantear a los “buenos ciudadanos”, como llama Belgrano en sus últimas palabras a las futuras generaciones, el crecimiento de su pensamiento en cada familia argentina y la importancia que se conozca el legado completo para mejorar como sociedad.

Por Diego Migliorisi (Abogado, corredor inmobiliario. Tiene un máster en comunicación política. Escritor; autor del libro "Manuel Belgrano, iluminando nuestra patria" y del documental "Código patriótico, la fuerza del legado de Manuel Belgrano", que contó con 1.500.000 visualizaciones al mes del lanzamiento)