

Mientras todo el mundo habla del asesinato de Fernando Báez Sosa provocado por los ocho rugbiers, paralelamente se está llevando a cabo el caso de Lucio Dupuy, un nene de cinco años que fue golpeado, torturado y violado por su mamá y su novia, quienes le causaron la muerte.
En una de las audiencias del juicio por el que tanto Espósito como Páez están siendo juzgadas por “homicidio calificado y abuso sexual gravemente ultrajante” y por el que el Ministerio Público Fiscal pide que sean condenadas a prisión perpetua; la novia de la mama del chico pidió declarar y reconoció que horas antes del asesinato le dio “unas pataditas en la cola” a Lucio porque se había mandado “un moco”.
A lo largo de su relato, Abigaíl sostuvo que todavía no le encuentra “una explicación” y señaló: “Sé que lo lastimé, me di cuenta en el momento e intenté remediarlo. Luego, lo alcé y lo llevé a la ducha porque pensé que iba a reaccionar. Él intentaba hablar, estaba consciente todavía. Se bañó parado. Él me intentaba hablar, como para decir algo, pero no le salían las palabras”.
Pese a los dichos de una de las imputadas, la autopsia realizada al cuerpo del nene presenta golpes, mordeduras y heridas mucho más graves, además de signos de abuso sexual de data histórica y reciente.
Días atrás el abuelo paterno de Lucio, Ramón Dupuy, aseguró que a su nieto lo mataron “por ser varón, por odio al género opuesto porque, según ellas, interfería en la relación entre ellas”.
Llamativamente, el movimiento de pañuelos verdes brilla por su ausencia… Porque claro, se trata del asesinato de un varoncito. También aturde el silencio de un montón de medios de comunicación que no cubren el caso. Es decir que hay muchos comunicadores, productores o dueños de medios que deciden no cubrir lo que está pasando con el desarrollo del juicio sobre el asesinato de esta criatura indefensa que murió a manos de dos mujeres.