

Cabrales S.A., es la empresa líder en cafés finos, molidos y en grano, infusiones y chocolates. Todos sus productos tienen una fuerte presencia en restaurantes, hoteles y supermercados de la Argentina, y además exporta sus productos a distintos países entre los que se destacan Uruguay, Paraguay, EE.UU., Bolivia, Chile y España.
Martín es parte de la tercera generación en la conducción de Cabrales S.A., la empresa familiar que fundó su abuelo, Antonio Cabrales, inmigrante asturiano, hace 80 años. Desde el cargo que ejerce tiene como objetivo lograr que la marca perdure en el tiempo con fidelidad a los principios con los que fue fundada: calidad y renovación.
"No muchas empresas del mundo llevan el apellido en la marca, y su portación no genera derechos, sino más bien obligaciones. Además representa un desafío y un doble compromiso. Lo más importante es la pasión. Esta marca se construye todo el día, hay que seguir invirtiendo en maquinarias, recursos humanos, y hay que adecuarse a la época en la que se vive", expreso el vicepresidente en diálogo con Sergio Solon en Enfoque Social.
Este exitoso empresario, que no le tiene miedo a la competencia, contó gran parte de su historia familiar en el ciclo radial. "A los 17 años me vine a estudiar a Buenos Aires, me gusto el tema de comunicación, de la marca, de los supermercados, y en 1998 ingresó la generación nuestra; hoy tengo 59", puntualizó en un fragmento de la entrevista.
La marca, hace décadas, que está excelentemente posicionada en nuestro país, al punto tal que en 2019 fue reconocido como una de las 100 empresas con mayor reputación. "El empresario tiene que generar riqueza para combatir a la pobreza, y dar trabajo digno, bien pago, genuino, en blanco. Nosotros tenemos que acompañar ese crecimiento de la persona y del país", agregó.
Por último, Martín Cabrales, que también es accionista de la empresa, comento los vaivenes de los últimos años: "La pandemia cambió todo. Tenemos una distribución donde el 50% de nuestras ventas va al hogar, canalizado por supermercado, mayorista, supermercados chinos, y el otro 50% va a la gastronomía (bares, confiterías, restaurantes, hoteles). En 2020, se cerró el 50% del canal, los créditos desaparecieron, y teníamos que acompañar a clientes de toda la vida. Gracias a Dios nos declararon esenciales, abastecimos, pero tuvimos dificultad para importar. A pesar de todo eso, seguimos adelante y el consumidor tuvo que comprar de forma online. El Estado estuvo presente, con distintas políticas a favor del sector productivo".