sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº1963

Columnistas | 6 oct 2021

Editorial

Apagón tecnológico: ¿Falla técnica o ataque?

El 4 de octubre pasado, más de 5900 millones de cuentas de WhatsApp, Instagram y Facebook quedaron a la deriva tecnológica, una interrupción de servicio sin precedentes afectó durante más de 6 horas a millones de usuarios en el mundo. Esto produjo pérdidas millonarias al holding de empresas administradoras de estas redes sociales. Pero también a otras compañías, profesionales, comerciantes que mudaron de lleno su actividad a la web, siendo estas redes sociales su principal sostén comercial y publicitario. Algunos dirán, son los riesgos de la revolución informática o mejor dicho depender solamente de una misma cabeza, pero la realidad fue una constante que afectó a la sociedad en su día a día. Su forma habitual de comunicarse e informarse sufrió brusco al no encontrar explicación de lo sucedido.


Sin duda, los millones de usuarios afectados -algunos en más y otros en menos gravedad- observaron como un incidente repentino le cambiaba sus vidas, al menos por unas horas. Las herramientas alternativas de comunicación como Telegram también colapsaron porque el masivo y espontáneo pasaje de miles de usuarios no soportaron en algunas regiones tal demanda.

Pero lo que paso no se trata de un caso aislado, ya que es frecuente que las redes y las plataformas informáticas tengan micro interrupciones en algunas regiones debido a actualizaciones o procesos internos, algunas pueden durar segundos y ser casi imperceptibles, otras pueden durar unos minutos, en ningún caso se ha observado una interrupción tan extensa como la del 4/10/2021.

La compañía, en una tibia respuesta y sin descartar otras teorías sobre el incidente, adujo errores internos, nada descarta que en el futuro esto pueda volver a ocurrir, ya que las fallas técnicas son habituales y no hay que alarmarse por ello porque estamos en la tercera etapa de la revolución informática en la que cada día más personas demandan estas plataformas y ellas, a su vez, tienen que hacer cambios, mejorar, actualizarse en una carrera tecnológica que tiene una dinámica constante, donde la innovación, la seguridad y la privacidad de los datos son baluartes fundamentales.

Pero fuera del comunicado de la compañía existen otras teorías, como por ejemplo, que se podría haber tratado de un ciberataque masivo. En este caso podemos hablar de al menos dos hipótesis; una remite a que el objetivo de los atacantes es dañar directamente a la empresa descartando los efectos colaterales a los usuarios. La otra está orientada a una cuestión directamente geopolítica, ya que la inmensa mayoría de usuarios de estas redes sociales pertenecen a países occidentales, dejando en claro que estos incidentes no afectaron a todo el mundo, ya que hay lugares donde estas redes sociales o sistemas denominación como WhatsApp, están prohibidos o bien utilizan preferentemente sus redes locales o regionales.

En el caso de que la última hipótesis sea el motivo del apagón tecnológico, es un mensaje claro y directo que demuestra poder para desconectar a occidente -al menos por algunas horas- de estas herramientas tan relevantes en la sociedad.

Si bien todas las teorías que se barajan tienen sus fundamentos lógicos, en estos tiempos los conflictos pasan en muchos casos al plano del ciberespacio, como también la prueba informática que será una cuestión fundamental para resolver a nivel global. Son momentos que representan grandes desafíos para la sociedad, para el mundo del derecho y para la seguridad informática.

Diego Migliorisi (Abogado. Con un máster en gestión de la comunicación. Escritor especialista en vivienda y altas tecnologías. Corredor Inmobiliario. Fundador de la Asociación Argentina de Lucha contra el Cibercrimen. Director de 1770Argentina - Manuel Belgrano)

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