jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1968

Columnistas | 1 oct 2021

Editorial

El Campo y un resultado electoral que paró las mentiras del Gobierno

Desde que Alberto Fernández asumió como Presidente de la Nación, el 10/12/19, tanto Él como sus funcionarios se empecinaron con nuestro sector, apabullando con mentiras a nuestra sociedad, directamente y a través de medios afines.


Desde la primera vez que dijo que el aumento de derechos de exportación era para actualizar sus valores a los niveles que había establecido Macri, cuando los reinstaló, olvidando que con ello volvió a imponer el desdoblamiento cambiario, que en ese momento produjo una brecha cambiaria del 16.58% llevando las retenciones de la soja desde el 24.7% al 39.96%, del trigo y el maíz del 6.7% al 24.52%, y de la carne del 5.02% al 21.94% pero que en la actualidad, con una brecha del 85.75%, esos valores son 63.93%, 52.62% y 51,01%. Para el lector no agropecuario esto sería como tener esos porcentajes como un impuesto a las ventas o a los Ingresos Brutos, quiere decir que estamos recibiendo como precio interno el 36,07%, el 47.38% y el 48.91% de los precios de exportación, sobre los cuales hay que aplicar los gastos de producción, los costos fijos y todos los impuestos.

A pesar de esto, durante todo este tiempo hemos tenido que soportar dichos o hechos como “Hay que desacoplar los precios internos de los internacionales”, ¿más todavía?. “Los productores son los responsables del aumento del precio de los alimentos”, a pesar de que les decimos que más del 30% del precio de los alimentos son impuestos, pero que si sumamos el componente impositivo de cada eslabón de la cadena es muy superior aún. “No puede ser que los Argentinos paguemos la carne igual que en el exterior”, aunque las redes se inundaron de fotos de góndolas de carne del exterior con sus precios muy superiores a los nuestros. “No me va a temblar la mano para cerrar las exportaciones de carne si hace falta”, dicho por la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, previo al cierre de exportaciones de carne de mayo.

Ninguna frase del ministro de Agricultura, Basterra, desde que en marzo de 2020 insinuó que para que aceptemos el aumento de 3 puntos en las retenciones de la soja, del 30 al 33%, ofreció bajar las del trigo pero nuevamente Paula Español le pintó la cara y a partir de ese momento desapareció de escena al punto que no estaba al tanto del intento de expropiación de Vicentín, no participó del cierre de exportaciones del maíz ni de la carne. La historia, seguramente, lo pondrá al tope de los malos funcionarios del Ministerio o Secretaría de Agricultura y Ganadería de la Nación, inclusive por encima de otros ilustres malos funcionarios como Berongaray, que negó para Argentina y el mundo, la existencia de 2000 brotes de aftosa del 2001, o Javier de Urquiza, por obedecer la orden de Néstor Kirchner de levantarse y retirarse de la inauguración de la Sociedad Rural de Palermo.

El cierre de las exportaciones de maíz del 30/12/2020, porque no iba a alcanzar el mismo para llegar a la próxima cosecha y sobraron 8 millones de tn. El cierre de las exportaciones de carne, aduciendo defender la mesa de los Argentinos, prohibiendo exportar una categoría que no consumimos aquí y la vicepresidenta diciendo que nuestros campos deben ser geriátricos de vacas por nuestra insistencia para que se puedan exportar, pero olvidando que todos los años comemos aquí gran parte de los 14 millones de terneros que nacen todos los años. Esto dicho el día del cierre de campaña de las últimas PASO.

Por suerte el resultado electoral hizo desaparecer a los mentirosos de ese momento, al menos momentáneamente. Se han dado cuenta que la gente no come vidrio, la menospreciaron pensando que ya no piensan y ahora la quieren comprar. Desapareció Alberto, también Cristina, Kulfas y Español, pero están. Voló Solá, el que hablaba de que tenían que volver las Juntas, esta vez no le alcanzó con “hacerse el boludo”. Basterra fue premiado por Insfrán otorgándole el Ministerio de Educación de la Provincia de Formosa donde podrá seguir demostrando que es un todoterreno, al igual que Santiago Cafiero que ahora podrá, como Canciller, ir diciendo por el mundo quién es pueblo y quién no.

Pero toda cosa buena tiene su contrapeso y vemos a los gobernadores de La Pampa, Buenos Aires y Entre Ríos solicitándole a Domínguez que levante el cepo a la carne porque perdieron las elecciones en sus provincias, cuando antes boqueaban orgullosos de la medida que había tomado su gobierno. ¿Qué pensarán, que el campo va a cambiar su voto para con ellos? ¿Se olvidaron de su ideología y de sus votantes de toda la vida? Por eso valoro la ausencia de Schiaretti, esa foto le hubiera quitado mérito a todo el reclamo anterior, lástima que Perotti no se dio cuenta, pero bueno, eso pasa cuando uno siempre va y viene como consecuencia de no saber en qué lugar tiene que estar.

Otra mala son los conceptos vertidos por los integrantes de la Mesa de Enlace y las cadenas agropecuarias valorando lo dialoguista que es Julián Domínguez, cuando lo que tendrían que haber tenido en cuenta es la resolución de problemas cuando, anteriormente, estuvo al frente del Ministerio. Al respecto me acuerdo su función para dividir a la Mesa de Enlace, que pudo contar con una herramienta fundamental como lo fue Eduardo Buzzi y también recuerdo que auspiciaba el Plan Estratégico Agroalimentario donde mencionaba la función social de la tierra.

Volviendo al presente, la idea de liberar la vaca de conserva ya la había consensuado Kulfas con Ravetino, de allí que por eso estaban completas las cámaras frigoríficas del Consorcio Exportador ABC. Otra, su frase de no permitir que se exporte más del 24% de la producción, porque es ponerle un límite demasiado alto a una producción estabilizada desde 1970 con una población creciente; y sus penosas últimas declaraciones: “Si abrimos la exportación de carne, como nos piden, nos quedamos sin ganadería”. Y “la carne es un bien cultural, no hay razón para que suba el asado”.

La soja se exporta más del 90% y aún no nos quedamos sin ella, aunque hoy producimos lo mismo que hace 10 años, pero eso es producto de que el Estado se queda con el 63.93%. Con respecto a la carne y al resto de los alimentos, lo que hay que preguntarse es si aumentan o si el peso cada vez vale menos y una prueba de ello es que en 1999 con un millón comprabas otro millón pero de dólares, aunque hoy con un millón de pesos compras 5400 dólares.

El Ministro sabe que la carne va a aumentar porque siempre se produce un faltante durante el período diciembre-marzo y, producto de 4 meses de intervención, los corrales tienen poca hacienda que está sobre pasturas tratando de ganar kilos baratos pero mucho más lentamente, por lo cual el faltante de este año va a ser mucho más importante, lo mismo que el aumento estacional de precios, esa tendencia sólo podría alterarse si se confirmara una primavera- verano seca y generalizada, como se vaticina, que apuraría la salida de hacienda por falta de pasto y encarecimiento de los cereales como ocurriera en el verano 2017/2018.

Así que esperemos que sigan callados los mentirosos, pero que no aparezcan otros nuevos, por el bien de todos nosotros, seamos productores o no.

Silvio Montenegro (Productor ganadero e ingeniero agrónomo)

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