

Según la proyección al total país de 46,4 millones de personas y en base a la Encuesta Permanente de Hogares, la pobreza abarcó a 18,8 millones de habitantes y la indigencia a casi 5 millones.
El INDEC también resaltó la distancia monetaria que hay entre los ingresos promedio de un hogar pobre ($37.803) es decir, 40% inferior al dinero que necesitaría para cubrir el costo de la canasta básica ($62.989). En el caso de la indigencia, la brecha es levemente menor ya que una familia indigente tiene, en promedio, un haber de $16.741 en contra de los $26.875 que se necesitan para acceder a la canasta básica.
En el primer semestre del 2020, los índices de pobreza e indigencia habían trepado, por el impacto inicial de la pandemia y las medidas económicas que había implementado el Gobierno Nacional, al 40,9%.
En otro orden de cosas y de acuerdo a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que realiza el INDEC, la pobreza infantil ascendió al 54,3% afectando, de esta manera, a 5,9 millones de niños menores de 14 años, de los cuales 16,6 son indigentes.