

"No hay que darle escenario a personas que quieran decirnos que los que son dictadores no lo son", fueron sus primeras menciones, criticando a la CELAC por la participación del venezolano Nicolás Maduro y del cubano Miguel Díaz-Canel. Continuando por este mismo testimonio, añadió: "No participaría en lugares donde uno va a sentarse con gente que está violando los derechos humanos en nuestro continente. Tendríamos que seguir trabajando en el Grupo de Lima para liberar al pueblo venezolano, al cubano y para que haya elecciones libres".
Por otra parte, fue consultado acerca del triunfo de la oposición frente al oficialismo en las pasadas elecciones del 12 de septiembre. Sobre ello, expresó: "Espero que se profundice el 14 de noviembre porque esto abre un enorme espacio y es una gran responsabilidad". Al mismo tiempo que amplió su opinión: "Es un fenómeno nuevo el hecho de ver como un gobierno que ha hecho daño y lo profundizó, comienza a enfrentar las consecuencias por lo realizado".
Además, se le preguntó por qué su gestión no fue elegida nuevamente por los argentinos en 2019: "Lo que nos llevó a no ser reelectos fue que no había un entendimiento global de la necesidad de cambiar. Argentina es un caso patético de retroceso de casi más de medio siglo producto de trabas y comportamientos mafiosos, que hay que romper. Nosotros fallamos en no darle importancia al simbolismo, que también es poder".
Por último, Miguel Ángel Pichetto también se pronunció ante los micrófonos y se refirió al desafío de la oposición de cara a los comicios generales de noviembre: "No hay que subestimar al oficialismo. Pienso que hay una cierta proclividad para votar a la oposición, pero no creo en las encuestas. Debemos estar atentos para fortalecer la unidad y trabajar en la Provincia de Buenos Aires".