

Sus dichos se dieron en un acto público en el Palacio de Planalto, en el que le respondió Luiz Fux, presidente del STF, que había afirmado que el tribunal estará “vigilante” frente a las manifestaciones y que la “libertad de expresión no incluye amenazas ni violencia”.
Bolsonaro apuesta, cada vez más, a que los empresarios rurales y los evangélicos llenen la Avenida Paulista en el feriado del 7 de septiembre, a 199 años de la Declaración de la Independencia. “Salvo algo puntual, no me peleo con los otros poderes. Brasil está en paz, es lo que pienso”, sostuvo.
Según los organizadores del acto, saldrán caravanas de ómnibus de, al menos, diez estados hacia Brasilia o San Pablo, para respaldar al presidente. Asimismo, los coordinadores de las manifestaciones de la ultraderecha, promueven una intervención del Ejército en el Supremo Tribunal Federal.
Por otro lado, Bolsonaro dijo, de forma irónica, que el juez supremo Alexandre de Morales, que lo investiga por diseminar noticias falsas y atentar contra el sistema electoral por sus denuncias de fraude sin fundamento, podrá acercarse para "acompañarlo en el acto".