

Según el comunicado oficial, el suceso ocurrió cerca de las 1.00 (hora de Haití), cuando “un grupo de individuos no identificados” entre los que se encontraban varias personas que “hablaban español”, ingresó a la vivienda.
El Primer Ministro interino condenó el acontecimiento y lo calificó de “odioso, inhumano y bárbaro”. Además, le pidió calma a la población y explicó que, pese a la tragedia, “la situación de seguridad del país está bajo control de la policía nacional y de las fuerzas armadas”.
A pesar de estar sumergidos en esta situación, Claude Joseph se permitió mostrarse de manera optimista y aseveró: "Confío en que la democracia y la República vencerán".