

Las profesoras despedidas por adherir a la medida de fuerza son Violeta Sznaider y Mariana Sampaiño, quienes trabajan en la institución desde hace más de una década. La primera de ellas dicta Historia, Formación Ética y Ciudadana, y su colega, esas mismas materias más Geografía de 2° a 4° año, y acompaña a los estudiantes que participan en las Olimpíadas de Historia y, ambas, decidieron adherir al paro.
El viernes pasado, un día después de que Horacio Rodríguez Larreta anunciara que el gobierno porteño presentaría un amparo contra la suspensión temporal de clases presenciales, Sznaider y Sampaiño se enteraron que habían sido desvinculadas del colegio. "El viernes me disponía a dictar clase y fui frenada en la puerta del colegio, donde me comunicaron que estaba despedida por decisión institucional y sin causa aparente. Desde febrero doy clases presenciales en un contexto muy difícil”, explicó Sampaiño.
"Me enteré del despido porque tengo las cuentas de la escuela bloqueadas desde el jueves, como Mariana. Nadie se comunicó conmigo, pero a otros docentes les señalaron que estaba cesanteada. Es una situación angustiante y de incertidumbre", afirmó Sznaider. Y luego añadió: "La realidad general es alarmante y, frente a un reclamo legítimo y constitucional, las autoridades del establecimiento reaccionaron con un despido discriminatorio e ilegal".
En tanto, el delegado gremial del colegio ORT, Sacha Unamuno, que forma parte del sindicato UTE-Ctera, aseguró que los trabajadores dictan clases presenciales desde comienzos de año y organizan con la dirección "la presencialidad más cuidada posible en un contexto de elevado riesgo y con una muy alta cantidad de casos, por lo que es muy importante preservar la salud y pasar unos días a la virtualidad".
"En esa escuela se garantizó con éxito la continuidad pedagógica de manera remota. Ningún docente de la secundaria fue vacunado hasta este momento. Ese fue el reclamo, con el que se puede o no estar de acuerdo, pero es grave despedir", dijo Unamuno. Sin embargo, los gremios afines al gobierno nacional hablan constantemente de la preocupación por la cantidad de los contagios y las faltas de cama, pero no informan con cifras puntuales basadas en fundamentos científicos en relación al sector docente, ni nombres ni apellidos de alumnos contagiados ni a qué institución pertenecen.