

El descenso del trabajo en la primera parte de la cuarentena se vio compensada parcialmente por la recuperación paulatina de la actividad económica en los últimos meses del año. Hacia el segundo trimestre del 2020 la tasa de desempleo había llegado a un techo de 13,1%, y en el tercero había ya recortado hasta 11,7%.
De acuerdo a los datos del Indec, a nivel país el desempleo subió a 2,1 millones de trabajadores. De esa forma, se trata de la cifra más alta para el último trimestre del año desde el 2004. Durante los primeros meses de pandemia, los puestos de trabajo del mercado laboral llegaron a caer en 4 millones. En los siguientes, se atenuó en 3,1 millones, por lo que la recuperacion de empleos neta desde que comenzó la pandemia se acerca a los 900.000.
Otro factor que atenuó las cifras de desempleo estuvo relacionado con las dificultades para conseguir empleo. Eso sucede porque la desocupación toma en cuenta a las personas sin trabajo que están en proceso de búsqueda. Ese “efecto desaliento” –explicado en parte por las limitaciones remanentes a la movilidad en transporte público, por ejemplo– “desinfló” la cifra de desocupación. En resumidas cuentas: si los 786.000 trabajadores que dejaron de buscar empleo lo hubiesen hecho, la desocupación hubiera afectado a casi 2,9 millones de personas.
El Indec también reflejó que entre los trabajadores ocupados, todavía el 20% realizan tareas desde sus domicilios por las medidas de protocolos y distanciamiento que implementaron distintos rubros de la economía.