

Luego de un intercambio de situaciones de riesgo en los pies de Antoine Griezmann y Mauro Icardi, una infracción de Layvin Kurzawa sobre Frenkie De Jong en el área fue sancionada con penal por el árbitro. Allí, el encargado en convertirlo en gol fue Lionel Messi, a los 25 minutos del primer tiempo.
No tardó demasiado en llegar el empate ya que, a los 31 minutos, Kurzawa centró un balón que le quedó al mediocampista Marco Verratti para que éste asista a Kylian Mbappé y con un zurdazo implacable le rompa el arco a Marc-André Ter Stegen.
En el segundo tiempo, tanto insistió PSG que los goles no tardaron en llegar. A los 20 minutos, fue Mbappé quien aprovechó un centro de Alessandro Florenzi que tanto Ter Stegen como Gerard Piqué no pudieron rechazar para romperle el arco al alemán y marcar su segundo tanto de la noche. Después, a los 24, fue Moise Kean quien amplió la ventaja para los de Mauricio Pochettino.
Pero el partido todavía tenía lugar para más goles y Mbappé redondeó su noche mágica con un tremendo remate que se colgó cerca del ángulo superior izquierdo del arco de Ter Stegen para completar su triplete y poner las cosas 4-1.
Así las cosas, la contundente goleada de PSG le permite ya verse con un pie en los cuartos de final y solo una catástrofe puede dejar a los de Pocchetino afuera de la competencia. Mientras tanto, si bien el fin de ciclo se veia venir para el Barcelona, la Champions League, nuevamente, la termina de confirmar: segundo año consecutivo en el que no obtendrian ningun titulo, ya que, a pesar de tener la ventana abierta en las competiciones que disputa, la tiene realmente complicada en todas.
Por su parte, Lionel Messi, que integro el mejor equipo de todos los tiempos en la historia del futbol tanto de clubes como de selecciones, debería realmente replantearse la posibilidad de irse a otro equipo, pues este equipo español (directiva, DT y compañeros) no lo representa en absoluto.