El ataque, que tuvo lugar en Bondi Beach alrededor de las 18.45, comenzó cuando dos hombres abrieron fuego en las inmediaciones de la celebración y comenzaron a disparar a mansalva a los presentes en el evento.
De manera inmediata, la policía de Nueva Gales del Sur se apersonó en el lugar para intentar atrapar a los atacantes, logrando que uno fuese abatido por las fuerzas de seguridad y el otro fuese detenido, quien se encuentra en estado crítico.
Por su parte, y además de confirmar que el ataque fue perpetrado por un padre y su hijo, de 50 y 24 años, respectivamente; el comisionado de la policía, Mal Lanyon comentó que las autoridades allanaron el lugar y retiraron dos artefactos explosivos improvisados, que fueron activados durante el hecho.
Tras lo ocurrido, el primer ministro australiano, Anthony Albanese emitió un comunicado en el que lamentó las “escenas impactantes y angustiosas” que se vieron. Por su parte y en una clara comparación a los ataques que ha recibido el pueblo de Israel, su presidente, Isaac Herzog, condenó el “vil ataque terrorista contra los judíos” y le exigió a Albanese que actué con contundencia contra la “ola de antisemitismo” que hay en el país.