A lo largo del mes, la dinámica semanal mostró comportamientos dispares. La primera semana arrancó con un salto del 1,0%, explicado en gran parte por el aumento de precios regulados que, en línea con los meses anteriores, volvieron a traccionar al alza: las prepagas aumentaron alrededor de 2,1% y el transporte registró un avance del 4,1%. Luego, el ritmo se moderó, con incrementos de 0,2% y 0,1% en la segunda y tercera semana, respectivamente, mientras que la última semana cerró con una suba similar a la inicial.

A diferencia de meses previos, la situación cambiaria jugó a favor, ya que el promedio del tipo de cambio financiero cayó 1,5% en noviembre frente a octubre. No obstante, el rezago del salto cambiario de meses anteriores continúa moderando ese efecto.

LA OPINIÓN DE NUESTROS EXPERTOS
Iván Cachanosky, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, dijo que “noviembre mostró un nivel de inflación acorde a lo esperado todavía con los rezagos que se generaron por la incertidumbre electoral”. Y continuó: “Si bien para diciembre todavía esperamos un nivel de inflación mensual por encima del 2%, creemos que a partir del 2026 se retorna al proceso de desinflación y que incluso para finales de año podría rondar ya por debajo del 1% mensual”.

Clara Alesina, economista de la Fundación Libertad y Progreso, sostuvo que “con el freno en el salto cambiario y una base monetaria que se mantiene relativamente estable, es factible que la inflación comience a estabilizarse y moderarse a la baja en los próximos meses. Hacia adelante, diciembre suele presentar una estacionalidad ambigua: por un lado, la mayor demanda de pesos asociada a las fiestas, vacaciones y pagos de aguinaldo, tiende a contener la inflación al aumentar la preferencia por liquidez; por otro lado, el incremento estacional del consumo presiona al alza en rubros sensibles. A esto se suma que diciembre también suele ser un mes de mayor demanda de dólares, lo que puede generar presiones adicionales sobre el tipo de cambio y, con ello, sobre los precios. No obstante, la leve suba de los precios mayoristas en octubre —particularmente el componente de precios importados, que registró una caída del 1,4%— contribuiría a atenuar el pass-through asociado al salto cambiario de los meses previos, ajustando a la baja las estimaciones para los próximos meses”.
Julián Orué, economista de la Fundación Libertad y Progreso, comentó que “una vez superado el proceso electoral la inflación se mantiene en torno al 2% mensual. Los principales impulsores de este nivel son los alimentos, que registraron aumentos superiores al 3% y, en algunos casos, de hasta 4,9% mensual. Hacia adelante, si se mantiene el actual enfoque de política monetaria —lo más probable—, la inflación debería retomar su trayectoria descendente y volver a ubicarse por debajo del umbral del 2% mensual”.
Tomas Amerio, economista de la Fundación Libertad y Progreso, señaló: “En noviembre, registramos una dinámica del IPC cuyos drivers principales se encuentran en el rubro de alimentos, transporte, y comunicaciones, los cuales aumentaron por encima del nivel general, en un mes que estuvo influenciado por los rezagos de la incertidumbre en el mercado cambiario, que impacta en la inflación mediante el efecto de pass-through a precios, cuya persistencia creemos que ira en descenso”.