En la jornada de ayer en Río de Janeiro, la policía local, movilizó cerca de 2.500 agentes, con la intención de detener a integrantes del Comando Vermelho, una de las principales organizaciones criminales en Brasil.
El operativo se suscitó en Alemão y Penha, dos de las favelas más importantes que se encuentran al norte del país y trajo como resultado final la muerte de 64 personas, entre ellas cuatro agentes, y más de 80 detenidos.
Asimismo, vale mencionar que las autoridades lograron incautar 42 fusiles de alto calibre, a través de la Operación Contención, que contó con un despliegue de 30 coches blindados, dos helicópteros, drones de reconocimiento y ataque; y 10 vehículos de demolición para abrir paso por rutas obstruidas.