

Las pericias, que habían sido solicitadas por el Tribunal Oral Federal (TOF) N°7 y llevadas a cabo por los peritos de la División de Documentología y Pericias Caligráficas de la Gendarmería; determinaron que los escritos pertenecieron “al puño escritural” del propio Centeno, a la vez que dejaron asentado que fueron redactados en “diferentes épocas”.
Pese a esto y luego de haber analizado seis cuadernos físicos y de haberlos cotejado con un manuscrito realizado por el chofer, los especialistas explicaron que se encontraron “pasajes específicos” en donde no pudieron determinar que hayan sido escritos por Centeno.
Por otro lado, también se llegó a la conclusión de que no se pudo comprobar la autenticidad de las imágenes, por lo que no descartaron la posibilidad de que las mismas hayan sido manipuladas digitalmente.