

El último día hábil, el Jueves 1 de septiembre de 2022, la oleaginosa cotizó a USD380/tn por lo que todos pensamos que el valor de paridad (precio al productor) sería de $76000/tn. Pero el día lunes el precio cerró a $69000/tn, o sea USD345/tn, mientras las posiciones octubre y noviembre 2022 seguían a USD390/tn.
El Gobierno, cuando necesita dólares, le pide a los exportadores que se los adelanten. Esto es siempre así, por más de que después los discursos de los funcionarios digan de todo de estas pocas empresas, la mayoría multinacionales. Pero bueno, los discursos son los discursos y los hechos son los hechos.
Lo concreto es que el Gobierno necesita USD 5.000 millones en septiembre y los exportadores se los adelantan, a devolver durante dicho mes, con el pago de Derechos de Exportación (DEX), pero estas pocas empresas concentran la totalidad de las exportaciones de la soja y sus derivados, por lo cual son los únicos compradores y ante una sobreoferta artificial, como esta, se ponen de acuerdo en no competir, provocando la baja de los precios.
Las exportaciones de agosto fueron alrededor de USD 3.000 millones por lo que faltarían, a un mismo ritmo de ventas, USD 2.000 millones adicionales que se alcanzarían con la venta de 10 millones de tn de soja, ya que los DEX son USD198/tn (USD600/tn x 33%).
Conclusiones:
Los exportadores, el lunes, se quedan con USD35/tn, que por 10 millones de tn totalizan USD 350 millones por prestarle al Gobierno, USD 5.000 millones durante un mes, es decir que le estarían prestando el 7% mensual en dólares. ¡UN NEGOCIO REDONDO! Se ve que cuando se tiene mucha plata es fácil hacer muy buenos negocios con el Estado, más aún cuando ese dinero lo ponen otros (los productores).
El Gobierno recibe USD 1.980 millones adicionales (198 x 10 millones) pero por otro lado tendrá que comprarle USD 4.020 millones adicionales a los exportadores (600 x 10 millones – 1980), por lo que tendrá que imprimir moneda.
Los productores seguimos siendo robados, menos, pero robados al fin. Hasta el jueves pasado, recibíamos $53.200/tn, el lunes recibimos $69.000/tn, mientras un productor uruguayo, paraguayo o brasilero, recibe $161.840/tn.
A modo de consideraciones finales, los exportadores hacen su negocio, nadie nos obliga a venderles, pero nunca dan puntada sin hilo y terminan convirtiéndose en animales carroñeros, aumentando sus ganancias a expensas de los que realmente ponen los dólares (los productores).
El gobierno sigue emparchando y con cada parche rompe por otro lado. Así hoy están los que piden el dólar carne, para compensar el aumento del precio de la harina de soja que se usa para formular las raciones de bovinos, cerdos, pollos, etc. Porque a pesar de reglamentar, el Gobierno, que ellos puedan comprar al dólar de 140 -como es lógico-, no consigue que nadie les venda. Ellos (el Gobierno), se han metido a regular todo y hoy lograron que no haya gasoil, tampoco repuestos, ni cubiertas, ni insumos, ni energía, etc. Solo comenzarán a aparecer cuando se decida sincerar todas las variables de la economía que permitan que esta vuelva a moverse.
Los productores no debemos culparnos entre nosotros, pero hay que saber que nos siguen usando como chivo expiatorio ante la sociedad para seguir robándonos, más o menos, pero siempre haciéndolo.
Por Marcelo Bauer y Silvio Montenegro (productores agropecuarios autoconvocados)