

De acuerdo a lo contado por la autoridades policiales y las del colegio, el principio de incendio en el laboratorio del establecimiento ubicado en el barrio General Bustos (Córdoba capital) se produjo alrededor de las 10.30.
El origen del incendio se dio a raíz de la combustión de alcohol y terminó afectando manos, cuello y rostro de tres alumnos uno de ellos, una joven de 17 años que permanece hospitalizada en terapia intensiva en grave estado en el Instituto del Quemado.
Pese a que Alejandra Olmos, la directora del colegio, sostuvo que “era una actividad controlada” y que lo ocurrido tuvo que ver con la “imprudencia de un estudiante que no acató las normas de seguridad que la profesora había planteado”, Daniel Cuello, padre de la adolescente apuntó contra la escuela: “Los chicos tenían que hacer un trabajo y el colegio no estuvo presente en esto. Mi hija no produjo el accidente, pero la ‘ligó’ porque estaba cerca de la mesa de ensayo. Se quemó la cara, los brazos, los hombros, la garganta. ¡El colegio es un desastre! No hubo ni una sola profesora prestando atención”.