

Mientras el servicio meteorológico indicaba “tormentas aisladas” a lo largo del jueves, pasadas las 17, decenas de brigadistas que intentaban combatir el fuego se vieron obligados a abandonar la zona de Santo Tomé luego de que se largara el diluvio -con tormenta eléctrica incluida-.
Los cerca de 44,60 milímetros que cayeron en dicha zona, llegaron en el momento que más se lo necesitaba ya que habían comenzado a aparecer nuevos focos de incendio en San Benito y en las estancias Casualidad y Pirizal. Mientras que en el sector lindero a Colonia Carlos Pellegrini, Uguay y la estancia Rincón del Socorro, hasta las 18, ya habían caído 30 milímetros.
Pese a que la tormenta se hizo presente en Santo Tomé, Perugorría, Tabay, Empedrado, Villa Olivari, Paso de los Libres, Mercedes e Ituzaingó, el gobernador Gustavo Valdés reconoció que todavía “quedan muchos focos por combatir”; mientras que la bióloga y directora ejecutiva de Rewilding, Sofía Heinonen, advirtió que el agua “apaciguó, pero hay focos prendidos". Y concluyó: "Es el momento de intentar extinguir antes de que suba la temperatura de nuevo”.