

Así fue como el mundo del fútbol se paró por completo: allá por las 14.46 y a través de sus redes sociales, Barcelona emitió un comunicado en el que le contaba a la sociedad mundial que Lionel Messi no continuará en el club, pese a que se había llegado a un consenso para que así fuera. Más allá de aclarar la “intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato”, también destacaron que no se podrá formalizar por “obstáculos financieros y estructurales (normativa de La Liga española)”.
El jueves al mediodía (de Argentina) llegaba la información de que Jorge Messi (padre y representante de Lionel) había aterrizado en el aeropuerto de Barcelona para reunirse con Joan Laporta (presidente del club culé), terminar de ultimar algunos detalles y, de esta forma, firmar un acuerdo que, ya se sabía, estaba cerrado hacía un tiempo.
¿Por qué Lionel no sigue en Barcelona? En principio, y de acuerdo a la nota de la institución, es meramente por una cuestión financiera ya que, por las reglas que rigen en el fútbol europeo, los clubes no pueden gastar más del dinero que les ingresa y, de esta forma, para que el '10' continúe, el Barça debería desprenderse de varios de sus futbolistas. Otra lectura, y no tan descabellada, es que Laporta y compañía estén presionando a La Liga, con la que es sabido que no mantiene una buena relación desde hace tiempo.
Este viernes a la mañana (mediodía de Barcelona), el primero en hablar de la situación fue el presidente Joan Laporta, quién explicó que la continuidad de Messi implicaba “hipotecar el club por medio siglo”, debido al Fair-Play Financiero impuesto por LaLiga de España. De esta forma, fue que el club decidió finalizar las negociaciones para renovarle el contrato ya que “Barcelona está por encima de todos, incluso del mejor jugador del mundo”.
Después de dejar en claro que Messi “se quería quedar”, Laporta fue contundente respecto a la finalización definitiva de la negociación: “No quiero generar falsas esperanzas. Este negociación ha concluido y los acuerdos no se han podido materializar por el límite salarial que tiene La Liga”.
De este modo, sin ninguna ilusión de echarse atrás con la decisión y luego de más de dos décadas, se puso fin a una era. A la más gloriosa en la historia del Barcelona y del fútbol mundial.