De acuerdo con lo informado por el organismo que encabeza Paul Starc, se trata de un departamento ubicado en el barrio porteño de Villa Urquiza y formaba parte del entramado de inversiones que durante años camufló el destino de fondos provenientes de delitos de corrupción.
Para la UIF, que ya realizó la presentación formal para realizar el pedido para que vuelva a manos del Estado, dicha recuperación representa “un avance concreto en la política de desmantelamiento de patrimonio ilegal".
En ese sentido, el titular de la organización aseguró que “recuperar activos de la corrupción es tan importante como condenar”, ya que “es dinero que debe volver al servicio de la sociedad y no quedar en manos de estructuras criminales”.