De acuerdo con lo informado por sus dueños, entre los factores que llevaron a que tomasen la decisión de cerrar sus puertas se destacan la inflación, la falta de previsibilidad económica y los altos costos de los insumos.
Asimismo, también subrayaron la caída en la demanda ya que, como consecuencia de la recesión económica y la pérdida del poder adquisitivo, muchas personas comenzaron a ser más cautelosos en sus gastos y permitirse una cena en alguno de los dos restaurantes ubicados en Palermo, pasó a ser un lujo.
Es preciso señalar que, en 2024, ambos restaurantes habían sido recomendados por la Guía Michelín no solo por su estilo en la cocina, sino también por la experiencia gastronómica de lujo que ofrecían.