El partido comenzó con un gran dominio por parte de Sinner, quién mostró firmeza y solidez al conseguir quebrar el saque de Alcaraz en dos momentos cruciales del encuentro, lo que generó que pudiese quedarse con el primer set por 6-4. Ya en el segundo, el italiano continuó con la misma fortaleza con la que había arrancado el juego, pero cuando estaba 5-2 y tenía todo listo para irse al descanso, apareció la reacción por parte del español, quién lo llevó al tie-break, donde después de conseguir tres puntos de diferencia, Sinner pasó a ganar el partido 2-0.
Sin dudas, el tercer set fue el punto de inflexión para quién ocupa el puesto número 2 en el ranking de ATP, ya que se lo vio mucho más conectado y en sintonía con su juego, quebró dos veces el saque de su rival y selló el triunfo por 6-4. En el cuarto set, el italiano volvió a querer tomar el control del encuentro y, aunque consiguió un triple match point que le dio una ventaja de 5-3, el compatriota de Rafa Nadal sacó a relucir no solo su juego sino también su fuerza mental, lo empató 6-6 y lo llevó al tie-break donde lo ganó por 7-3.
El último set fue una demostración de tenis de primer nivel, con dos competidores que lo dejaron todo, incluso en el tie-break, donde Alcaraz obtuvo un contundente 10-2 para quedarse con el campeonato y así alcanzar su segundo Roland Garros con apenas 22 años.
Tras el triunfo y visiblemente emocionado, Charly Alcaraz volvió a pisar el polvo de ladrillo del Philippe Chatrier para recibir su coronación, y además de admitir que fue “una de las mejores finales de la historia de los Grand Slams”, subrayó: “Es difícil expresarlo con palabras. Estar así contra el número uno del mundo, dos sets abajo… He puesto el corazón. He intentado seguir y dar mi mejor tenis en el tercero, en el cuarto y en el quinto. La clave era no rendirse y seguir luchando punto a punto. Y creo que lo he hecho bien”.