Acompañado por el jefe de Gabinete, Agustín Rossi; la titular de la Oficina Anticorrupción, Verónica Gómez; la titular de la Agencia de Acceso a la Información Pública, Beatriz de Anchorena; el síndico General de la Nación, Carlos Montero y la secretaria de Gestión y Empleo Público, Ana Castellani, Alberto Fernández encabezó la presentación de la Mesa Nacional de Integridad y Transparencia, en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada. Allí, defendió su gestión de la corrupción y enfatizó: “Hay un presidente y muchos funcionarios que se van a su casa igual que cuando llegaron, ninguno más enriquecido”.
Además de destacar que cuando deje su cargo como presidente enviará a todos los diarios su “declaración jurada”, Fernández resaltó: “Nosotros no enriquecimos a nuestras familias, no somos amigos de empresarios, no les entregamos obras a nuestros amigos. No hicimos nada de eso”.
Por otro lado, el mandatario destacó que “siempre la corrupción alguien la paga” y que uno que se corrompe, “salpica” a todos. Por último, recalcó que nunca realizaron gestiones para influir en las decisiones del Poder Judicial, pero sí admitió que quisieron “cambiarla porque la Justicia funciona muy mal”.