Este lunes, Aníbal Fernández confirmó que, tras las críticas que recibió después del atentado a la vicepresidenta, puso su renuncia a disposición de Alberto Fernández y le comunicó que estaba “dispuesto a dar un paso al costado", pero el mandatario no se la aceptó.
“Yo soy un caballero; cuando esto sucedió, lo primero que le dije al presidente fue que estaba dispuesto, cuando él lo decidiera, a correrme. Se lo dije desde el primer momento porque esas cosas se deben hacer así”, dijo Aníbal, quien contó detalles de la conversación que mantuvieron en la reunión de Gabinete: “Alberto me hizo sentar al lado de su persona, me pidió que explicara, lo hice y después me fui con él”.
En relación a las dudas que ha generado en la sociedad los protocolos de la investigación, el funcionario aseguró que se “cumplieron todos” y que la Policía Federal no “manipuló” el teléfono de Fernando André Sabag Montiel.
Siguiendo por esa línea, el ministro subrayó que tras el ataque, se inició “un protocolo de preservación de la escena del crimen” y, en ese contexto, el celular fue enviado en “una bolsa de Faraday” al Juzgado, donde lo recibieron “con la cadena de custodia intacta”. Por último, habló de la (poca) reacción que tuvieron los custodios de CFK y manifestó que “no hubo una reacción tardía”, sino que los “protocolos de seguridad” se cumplieron bien.