Minutos más tarde de emitir que el acuerdo con Twitter quedaba “suspendido temporalmente” a la espera de detalles “que respalden el cálculo de que las cuentas falsas/spam representan menos del 5% de los usuarios”, Musk amenizó sus dichos al escribir que "todavía está comprometido” con la iniciativa de hacerse de la firma.
Después de que el hombre más rico del mundo anunciara su decisión, las acciones de la red social cayeron un 17,7% a 37,10 dólares en las operaciones previas al mercado, consiguiendo, de este modo, su nivel más bajo desde que reveló su participación en la empresa, a inicio del mes de abril.
Con anterioridad, Musk -quien se autoproclama absolutista de la libertad de expresión-, había manifestado que una de sus prioridades sería eliminar los “bots de spam” de la plataforma. Por su parte, la compañía había dicho que se enfrentaba a varios riesgos hasta que se cerrara el acuerdo con Elon, incluyendo si los anunciantes seguirían gastando en Twitter.