"Boluda, este barco viene de Cabo Verde. ¿Eso es en África?", fue la frase que hizo estragos en las últimas horas. ¿Quién la dijo? La inspectora de la Dirección de Sanidad de Fronteras que, en diálogo con una compañera luego de doce horas desde el arribo de la embarcación al puerto de Buenos Aires, encendió las alarmas.
Tras conocerse esta situación, se elevó la orden de retirar la 'libre plática' del crucero. Por tanto, se les exigió a los pasajeros y a los tripulantes llevar adelante el confinamiento en los camarotes, a la espera de los hisopados que luego se efectuaron.
Ante este panorama, quien debió pronunciarse fue la Ministra de Salud, Carla Vizzotti. A través de su cuenta de Twitter, resaltó que la "información difundida sobre el crucero" había sido "falsa". Aunque añadió que "el buque dio aviso de un caso positivo, se programó un operativo y se realizaron más de 300 PCR en 24 horas". Por último, aclaró: "Todos los resultados fueron negativos, incluyendo el del caso que había dado lo contrario, quien continúa aislado junto a sus contactos estrechos". Entonces, ¿fue un insólito error de sanidad o acaso se trata de una nueva estrategia para volver a meter miedo de contagiosidad?