Ante miles de húngaros, polacos e italianos y en medio de un acto para conmemorar la Revolución Húngara de 1956 contra el régimen comunista, Orbán expresó que la historia le dio la razón a Hungría y que dicho país “será el primero de Europa que parará la agresiva propaganda LGBT ante los muros de sus escuelas”.
A su vez manifestó que “los que hace 15 años disparaban en medio del pueblo, hoy se están preparando para ganar de nuevo”, pero destacó que “cuando el enemigo era poderoso” nunca huyeron y que ahora, no se "echarán para atrás" porque saben que se puede ver lo acontecido "todos juntos”.
Por otro lado, apuntó contra George ‘Tito’ Soros, el magnate multimillonario húngaro que promueve el movimiento homosexual a través de sus fundaciones al expresar que, “del otro lado del Atlántico”, este se está preparando para contraatacar.
En junio del año pasado, el Parlamento de Budapest aprobó una ley que, entre otras cosas, prohíbe a los menores hablar sobre la homosexualidad en las escuelas y en los medios de comunicación.