Quien confirmó el ingreso del dinero fue Martín Guzmán, ministro de economía, al precisar que se recibieron cerca de US$3.055 millones de DEG, que equivalen a unos US$4.334 millones. La suma que se envió a cada país fue sacada en proporción con la cuota actual que aportan a la institución que, en el caso del nuestro, es de 0,67%.
En marzo pasado, el FMI resolvió realizar una asignación general de DEG por el equivalente a US$650.000 millones para reforzar la liquidez global afectada por la pandemia, complementando los activos de reserva de los 190 países miembros del Fondo.
“Para apoyar a los países y ayudar a garantizar la transparencia y la rendición de cuentas, el FMI está proporcionando un marco para evaluar las implicaciones macroeconómicas de la nueva asignación, su tratamiento estadístico y gobernanza, y cómo podría afectar la sostenibilidad de la deuda”, expresó Kristalina Georgieva, la titular del FMI en un comunicado.
Además, expresó que “la asignación es una gran inyección de recursos para el mundo” y que si “se usa con prudencia, es una oportunidad única para combatir esta crisis sin precedentes”. Además, confirmó que se encuentran colaborando “con sus países miembros sobre la posibilidad de un nuevo Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad, que podría utilizar DEG canalizados para ayudar a los estados más vulnerables con la transformación estructural”.