COLUMNISTAS | 16 JUL 2021

EDITORIAL

Productores agropecuarios: ¿Qué nos dejó el 9J?

A una semana del 9J, un balance de lo ocurrido ese día es el enorme esfuerzo de un grupo pequeño de autoconvocados que se cargaron, solitos, la organización de la movilización y un resultado inigualable en cuanto a la respuesta positiva y de acompañamiento que recibieron de los concurrentes. Un buen escenario, ocupado solamente por quienes correspondía, espacio para que trabaje la prensa cómodamente, los horarios que se cumplieron estrictamente, un marco acorde al sector agropecuario con los Gauchos de Güemes y los jinetes, con sus montados, de las Asociaciones Tradicionalistas de la zona. Todo lo que de ellos dependía no tuvo críticas y pudieron decir misión más que cumplida. Otra cosa es el sabor a poco que nos quedó después de la movilización...




Como productor agropecuario, puedo entender que la falta de un orador autoconvocado fue para llegar a la movilización sin divisiones, y hasta que es bueno que así haya sido. Que concurriera la Mesa de Enlace (ME) también es un logro y, más aún, que asistieran los 4 presidentes, en funciones, de esas entidades. También es positivo que fueran ellos los que hablarán por los productores agropecuarios, ya que son los únicos que, de una u otra manera, son elegidos por los productores agropecuarios de sus instituciones.

Pero algo falló al terminar los discursos y que nos dejó vacíos. Era esperable que el primero en hablar fuera el de CONINAGRO, por ser interino y designado pocas horas antes a raíz de las patéticas declaraciones de Iannizzotto, desconfiando que la movilización tuviera olor a campo y vinculándola a intereses partidarios distintos a los que abrazará el en las próximas elecciones como candidato. Era lógico que el segundo fuera Pino, también con poco fogueo.

Muy motivador y enérgico el de Achetoni, que repartió contra el gobierno y contra los socios del gobierno que todavía dicen pertenecer a la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi y Pedro Peretti, y que ya no quedan dudas que no defienden los intereses de los productores agropecuarios, sean estos pequeños, medianos o grandes, solo sus intereses personales. Si, ahora, se generan nuevas dudas sobre ellos, y es si alguna vez lo hicieron o su paso por la entidad fue solo para posicionarse políticamente para más adelante.

Por último el discurso de Chemes, cuando todo hacía suponer que iba a ser más fuerte que el de Achetoni y que podría culminar con el anuncio de una medida de fuerza, previamente consensuada con el resto de los integrantes de la ME, se pinchó. No tuvo fuerza y no tuvo contenido, es más, pareció que se equivocó de orden y que tendría que haber sido el tercero. Hasta terminó con dos apreciaciones que no se condicen con la realidad de los últimos tiempos “La ME está más unida que nunca” y “El gobierno no nos va a pasar por arriba”.

El sabor a poco es por el gran esfuerzo que se hizo para llegar unidos al 9J y que la ME no capitalizó para mantener esa unidad para después de esa fecha. A la luz de los resultados, con el diario del lunes, Autoconvocados debió hablar para comprometerla en la toma de medidas o, al menos, instándola a definirlas en un plazo de unos días.

También, el sabor a poco es porque el 10J los productores seguimos:

-Con las exportaciones de trigo cerradas por acuerdos entre el gobierno, exportadores e industriales, y con el maíz al que ahora, también, le llegó su turno y ambos valiendo menos de la mitad del precio de exportación y sin reflejar los aumentos de precios ocurridos este año desde enero hasta hoy.

-Con la soja, el precio que recibe el productor es del 35% de su valor internacional, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), integrante del Consejo Agroalimentario Argentino (CAA) y negociador ante el gobierno en temas agropecuarios, consiguió que los industriales, no solo, no paguen retenciones por el valor agregado, sino que, además, parte de las retenciones que pagamos los productores en vez de ir al gobierno se la queden ellos y, también, ofrecieron formar un fideicomiso para subsidiar el precio del aceite en el mercado interno con la plata con que nos pagan de menos a los productores.

-Con las exportaciones de carne cuotificadas en favor del consorcio ABC, la contraparte del gobierno en las negociaciones por la misma, y con un valor del 50% de su precio internacional.

-Con leyes en, o prontamente en, tratamiento parlamentario como la ley Yolanda, la ley de humedales y la de agroquímicos demostrando ideología en contra de la producción agropecuaria en contraste con la ley de biocombustibles que disminuye el corte con energías renovables cediendo a las presiones de la industria petrolera.

Con estos temas, que son solo algunos, ¿cuánto más cree la ME que estamos en condiciones de seguir esperando? ¿O habría que preguntarse qué estamos esperando? ¿O cómo pretenden que esperemos?

Por Silvio Montenegro (Ingeniero Agrónomo y Productor agropecuario)