El pueblo cubano comenzó a perder el miedo y encabezó una protesta histórica contra el gobierno

La primera manifestación se presentó en San Antonio de los Baños, al sudoeste de La Habana. Luego, las protestas se replicaron en otras seis ciudades de Cuba, tales como Alquízar, Bauta, Güira de Melena, Camagüey, San José de Las Lajas y Palma Soriano, así como frente a las embajadas cubanas en Buenos Aires y Montevideo. Cabe destacar que según lo marca la prensa local, varias de éstas fueron disueltas de manera violenta por la policía.

Tras esta inédita protesta contra su gobierno, el presidente Díaz-Canel convocó a los simpatizantes oficialistas a salir a las calles y "defender su gestión" y más tarde, efectuó una denuncia marcando la supuesta participación de Estados Unidos en "acciones de desestabilización política contra Cuba, intensificadas particularmente durante la pandemia".

"De manera muy sutil, aquellos que nunca se han opuesto al bloqueo (es decir, el embargo económico decretado por Estados Unidos en 1962), ahora han incentivado campañas que buscan legitimar la idea de que el gobierno cubano no puede controlar la pandemia", expuso el máximo mandatario cubano. Al mismo tiempo que impulsó a "todos los revolucionarios a salir a las calles a defender la revolución".

Desde el inicio de la pandemia por el coronavirus, allá por marzo de 2020, los habitantes de Cuba se vieron obligados a hacer largas filas para hacerse de los alimentos y, fundamentalmente, de los medicamentos. Estas fueron otras de las causas que incrementaron el malestar social.

Es por todo esto que el domingo 11 de julio quedará marcado, sin dudas, como una jornada histórica para el pueblo cubano que decidió alzar su voz para comenzar a ponerle fin al régimen comunista/castrista. Que marchó por las calles levantando las banderas que rezaban frases como "No tenemos miedo" y "Abajo la dictadura".